¿Qué pruebas puedes hacer si eres intolerante a la lactosa?
Para diagnosticar la intolerancia a la lactosa se utilizan varias pruebas y métodos aunque el más sencillo es eliminar de la dieta directamente todo aquello que contenga lactosa y ver si los síntomas desaparecen o no.
Algunas pruebas son:
- Prueba de intolerancia a la lactosa: se basa en el aumento de la glucemia mayor a 20 mg/dL tras una hora de consumir 50 gramos de lactosa. Si este aumento no se produce, la prueba es positiva pues esto significa que el disacárido no fue hidrolizado ni absorbido.
- Prueba respiratoria de hidrógeno: se administra la lactosa al paciente por vía oral. Las personas con intolerancia a la lactosa la ausencia de absorción intestinal favorece la llegada al colon por lo que se libera hidrógeno y se elimina a través del aire espirado. Por lo tanto, si hay mucha concentración de hidrógeno en el aire espirado despues de tomar la lactosa, indica que es intolerante a ésta.
- Prueba de acidez de las deposiciones: este tipo de prueba se suele hacer sobretodo en niños y en lactantes. Consiste en analizar las deposiciones que, en caso de exisitir una mala absorción de lactosa, son más ácidas de lo normal.
- Otro tipo de pruebas son la biopsia intestinal para cuantificar la actividad enzimática y el estudio genético.
Es habitual que se confunda la intolerancia a la lactosa con el sindrome de colon irritable, por lo que se debe realizar el diagnóstico diferencial para confirmar de que se trata de un déficit de lactasa y no de otro tipo de transtorno intestinal.