Hemos presentado en uno de los post anteriores, lo que es la diabetes tipo II y lo que la provoca. Por ello es importante destacar cómo se diagnóstica es decir las pruebas rutinarias que se realizan para detectar una diabetes de este tipo así como su tratamiento para paliar sus signos y síntomas y que el individuo consiga llevar una vida sana y lo más normal posible.
PRUEBAS PARA DETECCIÓN DE LA DIABETES TIPO II
Tras la sospecha del médico de un paciente que pueda presentar diabetes, este debe valorar primeramente el nivel de azúcar en sangre. Este debe ser superior a 200 mg/dl para poder valorarse como presencia de diabetes.
Una vez tenemos la sospecha de que el individuo presenta diabetes, para confirmarlo, realizaremos una serie de exámenes:
- EXAMEN DE SANGRE: en él valoraremos diferentes aspectos:
- Nivel de glucemia en ayunas; si el resultado es mayor a 126 mg/dl en diferentes momentos.
- Hemoglobina; si los valores son superiores a un 6,5%.
- Prueba de tolerancia a la glucosa; si los niveles son muy elevados (superiores a 200mg/dl) incluso dos horas después de ingerir una bebida o comida con altos niveles de azúcar.
- OTROS; como:
- Revisar la piel y huesos en los pies y piernas (si hay entumecimiento)
- Revisar los niveles de presión arterial al menos cada año.
- Revisar la hemoglobina cada 6 meses o cada 3 en casos extremos.
- Revisar el colesterol y triglicéridos
- Revisar la funcionalidad de los riñones
- Incluso es recomendable revisiones al odontólogo.
Tras las pruebas pertinentes para la detección de la enfermedad, es importante establecer un tratamiento idóneo según el grado y el paciente.
TRATAMIENTOS PARA LA DIABETES TIPO II
El tratamiento de la diabetes tipo II tiene un claro objetivo que es el de bajar los niveles de azúcar en sangre y a largo plazo conseguir prevenir problemas derivados por la presencia de diabetes.
El principal tratamiento para este tipo de diabetes es llevar una vida saludable con una buena actividad física y una buena alimentación. Es importante por ello en algunos casos lo que se conoce como "educación sanitaria", es decir concienciar al individuo del problema que presenta y darle a conocer cómo puede manejar la diabetes y pautas a seguir.
Por ello es importante:
- Manejar habilidades: ayudarán a prevenir problemas y la necesidad de acudir al médico continuamente. Esto significa que es imprescindible un buen manejor y evaluación del registro de la glucemia, saber que podemos comer, tomar los medicamentos pertinentes y saber actuar en caso de encontrarnos mal de salud.
- Manejar los niveles de azúcar en la sangre; para ello la persona diabética utiliza lo que se conoce como un GLUCÓMETRO. Este dispositivo registra los niveles de azúcar en sangre y nos da el valor en ese momento solamente con realizar una pequeña punción en el dedo y añadiendo una pequeña gota de sangre en una tira reactiva.
La mayoría de las personas con diabetes tipo II solamente revisan el nivel de azúcar una o dos veces al día y en caso de mantenerlos controlados solamente un par de veces por semana.
SIEMPRE se deben de realizar antes de las comidas. Según los resultados esto será crucial para poder determinar y seguir una dieta idónea y para que el médico valore como avanza la enfermedad.
Por otro lado, existen una serie de medicamentos comunes que se administran por vía oral o inyectados y permiten controlar los niveles de azúcar. En caso de que los medicamentos no consigan regular los niveles de azúcar se pasaría a la administración de insulina, inyectándola bajo la piel con una jeringa o pluma.
Pero a pesar de existir numerosas ventajas ante los tratamientos de la diabetes también se generan numerosos problemas y complicaciones provocados a raíz de dicha enfermedad como veremos más adelante.
Por lo tanto, cabe destacar que un buen diagnóstico y un buen tratamiento ayudarán a llevar una vida saludable a pesar de presentar la enfermedad. Sin embargo es muy importante que la persona que la padece ayude al buen avance de ella y ponga de su parte para que todo vaya bien.